Una nota diferente.-
El fenómeno de las apariciones marianas, en el mundo se remonta a España en Zaragoza. Lugar en donde también habría caminado el apóstol Santiago y donde se cuentan habría estado María Magdalena.
Ciertamente en la Biblia se nos dice que no debemos dejarnos engañar por falsos profetas, pero ¿es que acaso los falsos profetas, son aquellos que conocemos?. María y su mediación es conocida desde antes de la existencia del cristianismo, no solamente en los salmos, sino también en su papel de madre.
Cuando Dios Padre tomó la decisión de “ocupar” un cuerpo físico, en este caso María, para dar a conocer a su hijo, desde ese preciso instante la intervención de María fue delineda y confirmada. Por tanto en ningún momento se podría hablar de falsos profetas. No así si vemos esta intervención desde el punto de vista de quien es el instrumento del mensaje o el vidente.
Todos nosotros solemos catalogar y dar crédito a los hechos debido a la calidad de los testigos, es por eso que el tema de los videntes en las apariciones marianas es tan delicado.
Sabemos que por un tema netamente de fe, (Confianza) la religión (reunión), nos educa en cuanto a que los designios de Dios y sus decisiones no pueden ser cuestionadas, pero yo creo que es netamente válido conversarlas para entenderlas.
Ciertamente la vida de los videntes suele ser muy particular. Muchos de ellos son soñadores, con caracteres fuertes, como el caso de Bernardita Soubirous, vidente de Lourdes, o muy débiles, como los tres pastorcitos de Fátima. Con rigurosas familias, carencias afectiva, algunos sin hogar, mucho sufrimiento. También los hay con familias felices, como es el caso de los videntes de Medjugorge, pero todos con algo en común un incondicional amor y respeto a la imagen de Dios y de la Virgen María.
En el caso de las apariciones de Peñabanca, debo decir que éstas comenzaron el 12 de junio de 1983, en un pueblo de la quinta región de nuestro país llamado Villa Alemana, Peñablanca. El vidente, Miguel Ángel Poblete, un niño, sin hogar, viviendo en una Institución de Menores, al cuidado de personas de muy buena voluntad, pero que al fin y al cabo no eran su familia, tenía mucho de carencia en diversos aspectos.
Estando con sus amigos, éste se dirige a un lugar llamado cerro “el Membrillar”, de propiedad por esos años de las Fuerzas Armadas, en donde realizaban prácticas militares. Un cerro no muy difícil de subir, aparentemente, en donde Miguel Ángel, se le manifiesta lo que se denominó luego, la Virgen María, “La Dama Blanca de la Paz”. Pero esta aparición, no fue a él sólo, 2 chicos más la vieron en conjunto. Posteriormente solo quedó Miguel Ángel. ¿Por qué?, solo Miguel Ángel decidió escuchar a la señora que le hablaba.
A la aparición de Peñablanca, se le sumaron las de Argentina, en Neuquén, Medjugorge, Akita, en Japón, varios fenómenos de sangramiento de imágenes, tanto en Chile como en el exterior, lácrimación de imágenes. Todas acompañadas de un mensaje, la paz del mundo.
A través de las diferentes personas que se trasladaron hacia Peñablanca, todos conocimos las diferentes manifestaciones y mensajes de la Virgen y su hijo Jesús en el mundo.
El período de las apariciones debía ser de 5 años, a los cuales se le llamó de GRACIA. Todas las fiestas, celebradas por la iglesia católica, eran también celebradas en el Cerro de Peñablanca, con gran respeto y alegría.
El 12 de junio de 1988, la madre de Dios y madre nuestra, se despide Chile, a través del Vidente, pero deja un legado de esperanza, que ahí siempre la encontrarán. Y hasta el día de hoy, 20 de agosto de 2004, el cerro de Peñablanca, recibe a innumerables peregrinos tanto chilenos como extranjeros los cuales regresan en busca de recuerdos muchos y conocimiento, los que vienen por primera vez.
Durante el período de las apariciones el vidente sufre de algo que se llama “prueba de fe”, pero no para él, es para los creyentes. Si Dios había elegido a este niño para ser el interlocutor entre el mundo y su madre, quien podría debatir eso. En fin, el tema del vidente, sin duda que es llamativo, su cambio de sexo, sus escándalos, pero el tema me pregunto yo pasa por ¿el vidente, o por las apariciones?. Muchos dijeron que la prueba de fe estaba de acorde a los tiempos que estamos viviendo, ya que se necesita algo que estremezca el alma, para saber si nuestra confianza, es verdadera.
Yo tenía 11 años cuando comenzaron las apariciones, las escuché por radio ya que pensé que eran noticias de Ovnis, claro que en un principio se mezcló de todo. Mi abuela, ya fallecida hace pocos meses, legionaria, mariana, perteneciente a diversos círculos católicos, por su gran amor a ella, quería viajar, estábamos muy lejos, 2 regiones al sur, algo así como 210 kms. Así es que ella y mi madre reservaron pasajes, pero por motivos personales, que no viene al caso mencionar, no pudieron ir y tuve que ir yo. Estaba muy molesta, ya que el tema no me interesaba, me parecía que no era necesario ir a ningún santuario para creer más o menos. Bueno, pero como yo no mandaba, fui, con una muy buena amiga de la familia. Llevé mi cámara fotográfica y subí un 15 de agosto de 1983. Para no aburrirlos tanto, acortaré la historia lo más que pueda.
Me encontré con una cantidad de buses que venía de Argentina de la familia Feliciolli, de diversos lugares de Chile, en fin, mucha gente. Todos se saludaban aún sin conocerse, era algo loco para mí. Me dedique a mirar, no a observar, a mirar, era sólo una niña. Acompañé una procesión y llegué arriba del cerro. No estuve para nada cerca del vidente, ustedes se imaginan que habían unas 20.000 mil personas, era difícil acercarse al vidente, pero se escuchaba por unos parlantes.
5 años más tarde, el 12 de junio de 1988, las apariciones terminaban y me enviaron de nuevo, ahora con 16 años. Un adolescente que respetaba su creencia, pero que la figura de María no resultaba atrayente para mí. Ese día había procesión, era muy especial para los creyentes ya que su madre se iba. Era como si los abandonara, pero ese sentimiento era para mí torpe, ya que mediante una oración podrían estar en contacto con ella nuevamente. Bueno al terminar la ceremonia y despedirse todos, me quedé unas horas más en el cerro antes de volver al bus para regresar a casa. Tenía una bonita vista desde el cerro y podía divisar toda Villa Alemana. En ese momento pasé frente a la puerta de entrada al jardín de la virgen, lugar en donde se encuentra una huella pequeña de pie, de aproximadamente un número 33, cubierta por una tapa de vidrio, también se encuentra el olivo en donde ella se posó para la mayoría de las apariciones. A este lugar sólo accedía Miguel, el Padre Miguel Contardo, guía espiritual y el jardinero, Lorenzo.
Cuando pasé por ese lugar lo miré, saqué varias fotografías para traer a casa y cuando me despedía por respeto con una señal de la cruz, y me venía, de repente escucho que me gritan ¡oiga, espere, deténgase!, era el jardinero de la virgen, Lorenzo. Lo esperé y me dijo: tú, que pasas y la puerta del jardín, que es reja de color blanca, se abre. Yo dije a lo mejor estaba mal cerrada y el viento la abrió o bien algún niño la empujó o bien el cerrojo está malo. No, dijo Lorenzo, no es así, así es que me acerqué miré hacia adentro, cuando la puerta estaba aún abierta y Lorenzo me dice, entra ella la abrió para ti. Lo miré, no quería ingresar al jardín, pensaba que eran otras las personas indicadas para eso y que mi fe no era suficientemente respetuosa y fuerte para ello. Pero luego de tanto insistir y que ya el bus se marchaba, entré. Lorenzo estaba afuera y la reja se cerró. Él no la empujo, miré la imagen del sagrado corazón que estaba adentro y luego de mirar por mucho rato, no se cuanto, me arrodillé, no se porque, era como si estuviera sola y sentí mucha pena, por mí. Pude ver el pie que esta marcado en el suelo, estar junto al olivo, sentarme un momento entre esas rozas que florecen todo el año y salir. Esto para mí significó un antes y un después en mi vida.
Siempre he pensado que el fanatismo no le sirve ni a Dios, ni al diablo. Y lo que sentí estaba segura no era parte de un indicio de fanatismo. Pero este hecho, abrió algo en mí, podemos decir, una necesidad de saber ¿Quién era esta mujer?, llamada María, la cual estaba visitando la Tierra después de haberse ido, según las creencias religiosas. Siempre con mucho respeto y tratando de ser lo más objetiva posible.
Me he interesado en el estudio del tema, en lo que se refiere a su fe y a lo que provoca en su seguidores. Desde entonces, he visitado varios lugares de Chile en donde han ocurrido fenómenos particulares, como en la caleta de Horcón, en la Quinta Región (misma región de las apariciones de Peñablanca), en donde una imagen de Santa Ana, la madre de María lloraba lágrimas de agua, esto ocurrió en el año 1995 y ahora en el 2004.-
También en el año 1995, otra imagen de la virgen del Carmen, pero de cartón, lloraba lágrimas de agua, en una casa muy humilde de una familia de Melipilla, ubicada en la Región Metropolitana, en la zona central de Chile.
Fui de apoco ingresando en un mundo diferente, en donde las cosas funcionan a otro ritmo, en donde las personas tiene otras prioridades distintos intereses. Muchos de los creyentes de Peñablaca que yo he conocido, estudiaron Teología, se volvieron religiosas, religiosos, mejoraron sus relaciones personales y familiares, claro, hay excepciones, pero son las menos. Con esto quiero decir, se produjo un verdadero acercamiento a Dios y una nueva convivencia para muchos. Este hecho es sumamente válido y tan fuerte, que la Iglesia Católica, tuvo que autorizar la celebración de Misas, en el cerro debido a los incansables peregrinajes de las personas y fundamentalmente en debido al renacer espiritual de muchos debía mantenerse y en ningún caso dejar que se perdiera.
He conversado con sacerdotes, creyentes, no creyentes, incluso en el cerro de Peñablanca me recuerdo, se dio el caso en un momento de una posesión en una joven de unos 25 años fue muy difícil para mí ya que la conocía, por eso resultó más impactante.
El poder acceder a literatura muy especial del tema tanto de quienes defiendes las apariciones como de quienes las atacan, me ha llevado a conocer, admirar y respetar no solamente a la Virgen María, sino también a quienes profesan su fe, a riesgo de burlas y rechazos como ocurrió en Chile, por parte de la Iglesia, ya que las mujeres que entraban con velos a las misas, eran impedidas de comulgar y se les prohibía ingresar a los templos, y de los propios residentes de Villa Alemana quienes al conocer lo sucedido con el vidente, tomaron la decisión de lanzar piedras a los buses y automóviles que se dirijían al cerro, fueron momentos muy críticos para quienes viajábamos a Peñablanca.
Se dijo muchas veces que la CNI (Central Nacional de Inteligencia), del gobierno del General Pinochet, había montado este show para distraer la atención pública y que todo era una farsa.
Es probable que pueda ser así, pero nunca lo han probado.
Durante una conversación con el sacerdote de mi comunidad, debido al tema del Padre Steffano Gobbi y el Movimiento Sacerdotal Mariano, noticias que yo le entregaba de este tema, el padre me preguntó que opinaba de estos hechos tan lamentables con respecto al vidente y el supuesto montaje de Peñablanca, le dije que la historia de nuestra fe, ya que soy católica apostólica romana, no estaba ajena a los escándalos, no solamente con la inquisición, sino además con el propio antiguo testamento, y sus relatos llenos de valores morales planteados de una manera difíciles de comprender, pero que aceptamos, pero para mí pasaba por una muestra de confianza. “Para los que creen, ninguna explicación es necesaria, pero para los que no creen, ninguna explicación es suficiente”. Me dijo pero Elizabeth, ¡te imaginas sea todo una mentira!, que jugaran en el nombre de Dios, sin temor a él con su nombre y sus designios. Yo le respondí que según lo que yo sabía, Dios es una fuente inagotable de misericordia y amor y que si todo desde un comienzo fue una mentira, entonces, Dios mismo al mirar a toda esa gente, iguales antes sus ojos, ricos, pobres, jóvenes, ancianos, niños, adultos, cultos y sencillos, todos inocentes de aquella supuesta farsa y utilización, pero creyentes y respetuosos de María, se apiado de ellos y les habría premiado por eso, regalándoles a muchos una vida nueva.
El fenómeno de las apariciones marianas, en el mundo se remonta a España en Zaragoza. Lugar en donde también habría caminado el apóstol Santiago y donde se cuentan habría estado María Magdalena.
Ciertamente en la Biblia se nos dice que no debemos dejarnos engañar por falsos profetas, pero ¿es que acaso los falsos profetas, son aquellos que conocemos?. María y su mediación es conocida desde antes de la existencia del cristianismo, no solamente en los salmos, sino también en su papel de madre.
Cuando Dios Padre tomó la decisión de “ocupar” un cuerpo físico, en este caso María, para dar a conocer a su hijo, desde ese preciso instante la intervención de María fue delineda y confirmada. Por tanto en ningún momento se podría hablar de falsos profetas. No así si vemos esta intervención desde el punto de vista de quien es el instrumento del mensaje o el vidente.
Todos nosotros solemos catalogar y dar crédito a los hechos debido a la calidad de los testigos, es por eso que el tema de los videntes en las apariciones marianas es tan delicado.
Sabemos que por un tema netamente de fe, (Confianza) la religión (reunión), nos educa en cuanto a que los designios de Dios y sus decisiones no pueden ser cuestionadas, pero yo creo que es netamente válido conversarlas para entenderlas.
Ciertamente la vida de los videntes suele ser muy particular. Muchos de ellos son soñadores, con caracteres fuertes, como el caso de Bernardita Soubirous, vidente de Lourdes, o muy débiles, como los tres pastorcitos de Fátima. Con rigurosas familias, carencias afectiva, algunos sin hogar, mucho sufrimiento. También los hay con familias felices, como es el caso de los videntes de Medjugorge, pero todos con algo en común un incondicional amor y respeto a la imagen de Dios y de la Virgen María.
En el caso de las apariciones de Peñabanca, debo decir que éstas comenzaron el 12 de junio de 1983, en un pueblo de la quinta región de nuestro país llamado Villa Alemana, Peñablanca. El vidente, Miguel Ángel Poblete, un niño, sin hogar, viviendo en una Institución de Menores, al cuidado de personas de muy buena voluntad, pero que al fin y al cabo no eran su familia, tenía mucho de carencia en diversos aspectos.
Estando con sus amigos, éste se dirige a un lugar llamado cerro “el Membrillar”, de propiedad por esos años de las Fuerzas Armadas, en donde realizaban prácticas militares. Un cerro no muy difícil de subir, aparentemente, en donde Miguel Ángel, se le manifiesta lo que se denominó luego, la Virgen María, “La Dama Blanca de la Paz”. Pero esta aparición, no fue a él sólo, 2 chicos más la vieron en conjunto. Posteriormente solo quedó Miguel Ángel. ¿Por qué?, solo Miguel Ángel decidió escuchar a la señora que le hablaba.
A la aparición de Peñablanca, se le sumaron las de Argentina, en Neuquén, Medjugorge, Akita, en Japón, varios fenómenos de sangramiento de imágenes, tanto en Chile como en el exterior, lácrimación de imágenes. Todas acompañadas de un mensaje, la paz del mundo.
A través de las diferentes personas que se trasladaron hacia Peñablanca, todos conocimos las diferentes manifestaciones y mensajes de la Virgen y su hijo Jesús en el mundo.
El período de las apariciones debía ser de 5 años, a los cuales se le llamó de GRACIA. Todas las fiestas, celebradas por la iglesia católica, eran también celebradas en el Cerro de Peñablanca, con gran respeto y alegría.
El 12 de junio de 1988, la madre de Dios y madre nuestra, se despide Chile, a través del Vidente, pero deja un legado de esperanza, que ahí siempre la encontrarán. Y hasta el día de hoy, 20 de agosto de 2004, el cerro de Peñablanca, recibe a innumerables peregrinos tanto chilenos como extranjeros los cuales regresan en busca de recuerdos muchos y conocimiento, los que vienen por primera vez.
Durante el período de las apariciones el vidente sufre de algo que se llama “prueba de fe”, pero no para él, es para los creyentes. Si Dios había elegido a este niño para ser el interlocutor entre el mundo y su madre, quien podría debatir eso. En fin, el tema del vidente, sin duda que es llamativo, su cambio de sexo, sus escándalos, pero el tema me pregunto yo pasa por ¿el vidente, o por las apariciones?. Muchos dijeron que la prueba de fe estaba de acorde a los tiempos que estamos viviendo, ya que se necesita algo que estremezca el alma, para saber si nuestra confianza, es verdadera.
Yo tenía 11 años cuando comenzaron las apariciones, las escuché por radio ya que pensé que eran noticias de Ovnis, claro que en un principio se mezcló de todo. Mi abuela, ya fallecida hace pocos meses, legionaria, mariana, perteneciente a diversos círculos católicos, por su gran amor a ella, quería viajar, estábamos muy lejos, 2 regiones al sur, algo así como 210 kms. Así es que ella y mi madre reservaron pasajes, pero por motivos personales, que no viene al caso mencionar, no pudieron ir y tuve que ir yo. Estaba muy molesta, ya que el tema no me interesaba, me parecía que no era necesario ir a ningún santuario para creer más o menos. Bueno, pero como yo no mandaba, fui, con una muy buena amiga de la familia. Llevé mi cámara fotográfica y subí un 15 de agosto de 1983. Para no aburrirlos tanto, acortaré la historia lo más que pueda.
Me encontré con una cantidad de buses que venía de Argentina de la familia Feliciolli, de diversos lugares de Chile, en fin, mucha gente. Todos se saludaban aún sin conocerse, era algo loco para mí. Me dedique a mirar, no a observar, a mirar, era sólo una niña. Acompañé una procesión y llegué arriba del cerro. No estuve para nada cerca del vidente, ustedes se imaginan que habían unas 20.000 mil personas, era difícil acercarse al vidente, pero se escuchaba por unos parlantes.
5 años más tarde, el 12 de junio de 1988, las apariciones terminaban y me enviaron de nuevo, ahora con 16 años. Un adolescente que respetaba su creencia, pero que la figura de María no resultaba atrayente para mí. Ese día había procesión, era muy especial para los creyentes ya que su madre se iba. Era como si los abandonara, pero ese sentimiento era para mí torpe, ya que mediante una oración podrían estar en contacto con ella nuevamente. Bueno al terminar la ceremonia y despedirse todos, me quedé unas horas más en el cerro antes de volver al bus para regresar a casa. Tenía una bonita vista desde el cerro y podía divisar toda Villa Alemana. En ese momento pasé frente a la puerta de entrada al jardín de la virgen, lugar en donde se encuentra una huella pequeña de pie, de aproximadamente un número 33, cubierta por una tapa de vidrio, también se encuentra el olivo en donde ella se posó para la mayoría de las apariciones. A este lugar sólo accedía Miguel, el Padre Miguel Contardo, guía espiritual y el jardinero, Lorenzo.
Cuando pasé por ese lugar lo miré, saqué varias fotografías para traer a casa y cuando me despedía por respeto con una señal de la cruz, y me venía, de repente escucho que me gritan ¡oiga, espere, deténgase!, era el jardinero de la virgen, Lorenzo. Lo esperé y me dijo: tú, que pasas y la puerta del jardín, que es reja de color blanca, se abre. Yo dije a lo mejor estaba mal cerrada y el viento la abrió o bien algún niño la empujó o bien el cerrojo está malo. No, dijo Lorenzo, no es así, así es que me acerqué miré hacia adentro, cuando la puerta estaba aún abierta y Lorenzo me dice, entra ella la abrió para ti. Lo miré, no quería ingresar al jardín, pensaba que eran otras las personas indicadas para eso y que mi fe no era suficientemente respetuosa y fuerte para ello. Pero luego de tanto insistir y que ya el bus se marchaba, entré. Lorenzo estaba afuera y la reja se cerró. Él no la empujo, miré la imagen del sagrado corazón que estaba adentro y luego de mirar por mucho rato, no se cuanto, me arrodillé, no se porque, era como si estuviera sola y sentí mucha pena, por mí. Pude ver el pie que esta marcado en el suelo, estar junto al olivo, sentarme un momento entre esas rozas que florecen todo el año y salir. Esto para mí significó un antes y un después en mi vida.
Siempre he pensado que el fanatismo no le sirve ni a Dios, ni al diablo. Y lo que sentí estaba segura no era parte de un indicio de fanatismo. Pero este hecho, abrió algo en mí, podemos decir, una necesidad de saber ¿Quién era esta mujer?, llamada María, la cual estaba visitando la Tierra después de haberse ido, según las creencias religiosas. Siempre con mucho respeto y tratando de ser lo más objetiva posible.
Me he interesado en el estudio del tema, en lo que se refiere a su fe y a lo que provoca en su seguidores. Desde entonces, he visitado varios lugares de Chile en donde han ocurrido fenómenos particulares, como en la caleta de Horcón, en la Quinta Región (misma región de las apariciones de Peñablanca), en donde una imagen de Santa Ana, la madre de María lloraba lágrimas de agua, esto ocurrió en el año 1995 y ahora en el 2004.-
También en el año 1995, otra imagen de la virgen del Carmen, pero de cartón, lloraba lágrimas de agua, en una casa muy humilde de una familia de Melipilla, ubicada en la Región Metropolitana, en la zona central de Chile.
Fui de apoco ingresando en un mundo diferente, en donde las cosas funcionan a otro ritmo, en donde las personas tiene otras prioridades distintos intereses. Muchos de los creyentes de Peñablaca que yo he conocido, estudiaron Teología, se volvieron religiosas, religiosos, mejoraron sus relaciones personales y familiares, claro, hay excepciones, pero son las menos. Con esto quiero decir, se produjo un verdadero acercamiento a Dios y una nueva convivencia para muchos. Este hecho es sumamente válido y tan fuerte, que la Iglesia Católica, tuvo que autorizar la celebración de Misas, en el cerro debido a los incansables peregrinajes de las personas y fundamentalmente en debido al renacer espiritual de muchos debía mantenerse y en ningún caso dejar que se perdiera.
He conversado con sacerdotes, creyentes, no creyentes, incluso en el cerro de Peñablanca me recuerdo, se dio el caso en un momento de una posesión en una joven de unos 25 años fue muy difícil para mí ya que la conocía, por eso resultó más impactante.
El poder acceder a literatura muy especial del tema tanto de quienes defiendes las apariciones como de quienes las atacan, me ha llevado a conocer, admirar y respetar no solamente a la Virgen María, sino también a quienes profesan su fe, a riesgo de burlas y rechazos como ocurrió en Chile, por parte de la Iglesia, ya que las mujeres que entraban con velos a las misas, eran impedidas de comulgar y se les prohibía ingresar a los templos, y de los propios residentes de Villa Alemana quienes al conocer lo sucedido con el vidente, tomaron la decisión de lanzar piedras a los buses y automóviles que se dirijían al cerro, fueron momentos muy críticos para quienes viajábamos a Peñablanca.
Se dijo muchas veces que la CNI (Central Nacional de Inteligencia), del gobierno del General Pinochet, había montado este show para distraer la atención pública y que todo era una farsa.
Es probable que pueda ser así, pero nunca lo han probado.
Durante una conversación con el sacerdote de mi comunidad, debido al tema del Padre Steffano Gobbi y el Movimiento Sacerdotal Mariano, noticias que yo le entregaba de este tema, el padre me preguntó que opinaba de estos hechos tan lamentables con respecto al vidente y el supuesto montaje de Peñablanca, le dije que la historia de nuestra fe, ya que soy católica apostólica romana, no estaba ajena a los escándalos, no solamente con la inquisición, sino además con el propio antiguo testamento, y sus relatos llenos de valores morales planteados de una manera difíciles de comprender, pero que aceptamos, pero para mí pasaba por una muestra de confianza. “Para los que creen, ninguna explicación es necesaria, pero para los que no creen, ninguna explicación es suficiente”. Me dijo pero Elizabeth, ¡te imaginas sea todo una mentira!, que jugaran en el nombre de Dios, sin temor a él con su nombre y sus designios. Yo le respondí que según lo que yo sabía, Dios es una fuente inagotable de misericordia y amor y que si todo desde un comienzo fue una mentira, entonces, Dios mismo al mirar a toda esa gente, iguales antes sus ojos, ricos, pobres, jóvenes, ancianos, niños, adultos, cultos y sencillos, todos inocentes de aquella supuesta farsa y utilización, pero creyentes y respetuosos de María, se apiado de ellos y les habría premiado por eso, regalándoles a muchos una vida nueva.
Elizabeth Ramírez, 2006.-
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