03 February 2006

Entrevista a DIEGO ZUÑIGA



Se dice que la ufología necesita de nuevos bríos e investigadores con conocimiento y cultura general, eso es muy cierto. Que sean criteriosos y que puedan ayudar a avanzar en este fascinante tópico, eso también es muy cierto.

Los aportes se ven desde todas las áreas, comenzando por los partidarios de las diversas hipótesis, hasta los escépticos que nada consistente observan, en la mayoría de los casos.

En esta ocasión, hemos entrevistado a la otra parte de la línea escéptica chilena, me refiero al periodista, divulgador e investigador Diego Zúñiga.

De Diego, sabemos que es un joven de 25 años, nacido en el mes de mayo de 1980, en la ciudad de Santiago, capital de Chile, de Profesión Periodista, titulado en la Universidad de Chile.

Desde la publicación “La Nave de Los Locos”, hemos conocido su punto de vista a través de los diferentes artículos que ahí se leen y hemos sentido además más de algún “sismo” que ha provocado, afectando a nuestra ufología criolla.

Personalmente debo ser sincera y declararme admiradora de la redacción de Diego, ustedes estarán de acuerdo conmigo cuando lo lean, aparte de ello pasarán un momento muy agradable ya que el sarcasmo, el humor y muchas veces la razón siempre van de la mano de sus notas.

Por estos días, Diego regresa desde Argentina, en donde participo de una interesante iniciativa crítica, de la cual nos comentará en esta entrevista.

1.- Diego, el mundo de las comunicaciones es poderoso; mueve emociones, conceptos, ideas. Cual crees , es el papel que ha desempeñado en la ufología?.

R: El papel de los medios es, a mi juicio, central. Es tan amplio el material existente que me dio para redactar mi memoria de título, que se enfocó en el rol de la prensa en la generación de creencias populares, especialmente en los OVNIS. Y desde el comienzo jugó un papel importantísimo, cuando el periodista Bill Bequette tergiversó, al parecer involuntariamente, la declaración de Kenneth Arnold. Éste dijo haber visto unos objetos con forma de bumerán que volaban "como platillos lanzados sobre el agua". El reportero escribió que Arnold había visto "platillos voladores". Desde entonces todos empezaron a ver, justamente, platillos voladores. Qué curioso, ¿no? ¿No debieran todos ver "bumeranes voladores"? El mito surgió gracias a la prensa. Otro ejemplo, de los cientos que hay, es el de la autopsia o muñecopsia. La prensa se encargó de divulgar la noticia y de hacer la vista gorda cuando se descubrió que era un fraude, como era de esperarse.

2.- Existe algún caso en que la Prensa Nacional haya ayudado a mantener sin que éste tenga mayores bases.

R: Todos. No conozco caso alguno –sí, escribí bien, no existen casos– que tenga bases serias como para que se mantenga en el tiempo como clásico. Todos los clásicos de la ufología mundial tienen explicaciones alternativas a las que adoran los amantes de los marcianos, y sin embargo nadie parece enterarse. ¿Alguien serio puede creer que a Betty Hill la raptaron extraterrestres narigones que parecían nazis o irlandeses? En Chile, específicamente, todos los casos clásicos –Valdés, el globo de agosto de 1985, el chupacabras, etcétera– son inventos, fraudes, confusiones o errores de interpretación explicados pero que, vaya sorpresa, han pasado inadvertidos para los medios, que siguen presentándolos como si fueran enormes misterios y los lectores fuéramos imbéciles.

3.- Te invito a conversar de un caso que ocurrió en Chile en el año 1998, el caso Paihuano, cual es tu opinión de lo que allí ocurrió?

R: No estoy muy a caballo de este caso, pero sí puedo decir que gracias al despliegue de ufólogos que hubo en su momento (la gente del Equipo Superior de Investigaciones Ovnilógicas, Cristián Riffo y otros sujetos que veían naves extraterrestres hasta en el baño) permitió que el caso quedara como un misterio. No me cabe duda de que allí no pasó nada extraño y que si el caso hubiera caído en manos de investigadores decentes, nunca se habría armado el escándalo ridículo que se armó. Algunos decían que hubo una nave tirada en un cerro, y que desapareció. Como prueba de ello mostraban huellas de camiones en un caminito. ¿Qué mecanismo mental funciona como para que unas marcas de ruedas impliquen la existencia de una nave alienígena en un cerro o su retiro desde ese lugar? Recordemos que a este caso se le llamó, con esos aires de aspiraciones megalómanas que tienen algunos crédulos chilenos, “el Roswell nacional”.

4.- Diego, la ufología chilena parece no poder despegar, cual podría ser la razón de ello?

R: Bueno, básicamente lo que he comentado anteriormente: La falta de investigadores serios. Es ridículo que algunos tipos que se dicen expertos en el tema digan que es mejor no leer libros sobre el tema, “para no contaminarse”. Por favor, ¿cómo pretenden conocer la historia de la disciplina que practican si no leen los libros clásicos, si no se interiorizan en las viejas leyendas ufológicas cuyas explicaciones pueden ayudarnos también a explicar los casos chilenos? ¿Será que prefieren no explicar sus casos para mantener viva la ilusión de que hay algo extraño allá afuera? Siempre comento este mismo ejemplo, que mostrara el gran Philip Klass recientemente fallecido: ¿No es irónico que los investigadores de OVNIS más conocidos sean justamente los que nunca explican un caso? ¿Para qué están los ufólogos si no solucionan el misterio? ¿De qué sirve un policía que no captura a los delincuentes? ¿Premiarían a un detective por ser el que menos casos ha resuelto? Bueno, en la ufología se premia la ineficacia. La ufología chilena no va a despegar porque la calidad de los tipos que se dedican a la investigación es cercana a cero. Tendrán muchas ganas, pero falta metodología. Además, muchas veces mezclan misterios y encuentran enigmas donde no los hay. Si no se informan, nunca harán despegar la disciplina que tanto aman. Además, la ufología ya parece estar medio muerta, así que da un poco lo mismo.

5.- Algún caso chileno que recuerdes que sea digno de destacar?

R: El caso que más me interesó en su momento fue el del cabo Valdés, pero no porque piense que detrás de esa historia haya una nave intergaláctica, sino porque me parecía muy llamativo el manejo que se hizo de la información para que nuestros países vecinos no supieran que los soldados no andaban armados y tenían por misión limpiar la caca de los caballos. Eso no se dijo, y me parece bien que no se haya dicho, porque se estaba cumpliendo un centenario desde la Guerra del Pacífico y Chile tenía algunos problemas limítrofes con Argentina y Perú. Si los ufólogos salieran de su pequeño mundo y se interesaran por la historia y otros asuntos, tal vez se habrían dado cuenta de ello. Y si una luz en el cielo y la historia de un militar confundido puede servir para hacer creer a los vecinos que nuestros militares no limpian caca de caballos, sino que patrullan las fronteras, está bien, aunque lo racional sería nunca tener problemas con nuestros vecinos, pero eso es otro cuento. El caso Valdés me atrajo por eso, por la historia que había detrás, y no por un testimonio que me parece dudoso. El relato es apasionante, y por eso escribí un largo monográfico sobre el tema para la revista española Cuadernos de Ufología. Acá nadie dijo anda porque en ese artículo echaba por tierra muchas leyendas, y los ufólogos prefieren que el caso siga siendo misterioso. El periodista Patricio Abusleme está realizando una investigación de gran nivel sobre este testimonio, que le da clases a quienes se dicen investigadores de OVNIS.

6.- Cual es tu interés, que motiva tu participación en la ufología?

R: A estas alturas, poco. Primero, porque la ufología como disciplina ya no tiene nada nuevo, salvo estafadores, mentirosos, mentecatos y engañabobos que aparecen ávidos de engañar a más personas. Los relatos son cada vez más ridículos, pues ya no basta con ver al marciano, sino que además éste debe atravesar paredes, violar mujeres, robar niños y cosas tan graciosas como ésas, entre otras. Me apena que todavía haya gente que crea en contactados y sujetos de similar calaña, pero lo único que puedo hacer es tratar de mostrar la otra cara de la moneda. La verdadera democracia en esto supone que las personas tengan la posibilidad de conocer todas las miradas del tema, y luego decidir. Si alguien conoce el lado escéptico y prefiere seguir amando a los marcianos que nunca llegarán, ya es problema suyo. Pero que no se le niegue la posibilidad de conocer otras fuentes. Lo que sí me motiva de la ufología son los libros. Soy un coleccionista y un lector de libros, aunque ahora último casi no leo de OVNIS. Me aburren las mismas historias, mal contadas y tergiversadas. Pero de tarde en tarde salen cosas buenas, como el primer texto del español Ricardo Campo (Luces en el cielo) o, en el ámbito nacional, el entretenido “Guía mágica de Santiago”, de César Parra, quien no será escéptico, pero sí honesto y abierto a ideas distintas. Lo otro que me gusta de la ufología es que me permitió conocer a mucha gente interesante e inteligente, y compartir con personas muy valiosas y abrir mi mirada hacia el escepticismo y el maravilloso mundo de la ciencia.

7.- Diego, tu has participado en eventos extranjeros del tema, nos podrías hablar de esas experiencias?

R: Justamente pocos días antes de responder estas preguntas que me haces, Ely, estuve en Buenos Aires en la Primera Conferencia Iberoamericana sobre Pensamiento Crítico. Éstas son oportunidades únicas de compartir con gente que vale la pena, que conoce cosas que uno no sabe y que facilitan un enriquecimiento personal que de otra forma sería prácticamente imposible. Sin embargo, en la mayoría de los congresos ufológicos, pues de eso estamos hablando, las reuniones son delirantes. Expositores que hablan de contactados con gente de no sé qué planeta y cuenta historias francamente de loquero. Otros hablan con terminología científica, aunque aplicándola muy mal o confundiendo nombres y hechos de forma flagrante. También el público crédulo es muy agresivo cuando alguien quiere contar algo distinto al gran dogma extraterrestre. Las veces que he acudido a citas con escépticos, la experiencia ha sido espectacular. Cuando he presenciado charlas de creyentes, se han visto cosas increíbles. Una vez un ufólogo argentino asistió a una exposición que hicimos en un café de Buenos Aires acompañado por dos guardaespaldas. ¡El tipo temía que le pasara algo! ¿Crees que alguien tenía intenciones de golpearlo? Por favor, eso es paranoia pura. A nosotros ni nos importaba que el sujeto estuviera ahí.

8.- Quisiéramos saber como ha caminado durante estos años, el proyecto de "La Nave de los Locos".

R: Bien, La Nave es una idea absolutamente loca, y le hace honor a su nombre. Y digo esto porque sacar un boletín de ufología crítica cuando los ufólogos crédulos tenían tomados los medios era casi suicida. Pero había que intentarlo, y llevamos seis años de pie, mientras los grupos de crédulos se han caído lastimosamente y otros adoramarcianos intentan seguir viviendo a costa de graciosas asociaciones del estilo “Colectivo de ufólogos”. El problema es que ellos pierden la esperanza porque nunca encuentran pruebas. Nosotros sólo dejamos constancia de lo que ellos dicen porque no tenemos nada que probar, pues son ellos los que hacen las afirmaciones extraordinarias, y están forzados a probarlas. Si yo te digo que en realidad tengo 400 ojos, yo tengo que demostrarte que tengo 400 ojos, y no tú mostrarme que no los tengo. Lo otro que hacemos con La Nave es corregir a los creyentes cuando se equivocan (suponemos que involuntariamente, y no por engañar a sus lectores y seguidores), y a veces también les enseñamos. Por ejemplo, Cristián Riffo creía que existía un libro de Jacques Vallée que se llamaba “El trabajo”. Pobre. Tuvimos que enseñarle que eso no era correcto. Una vez quiso sacar el diámetro de un rectángulo. Otra vez tuvimos que enseñarle. La Nave va en su número 32 al momento de responder estas preguntas, tenemos suscriptores en decenas de países y somos muy respetados, porque damos espacio a todos y porque publicamos material de gran calidad. Es feo que lo diga yo, que soy el editor del monstruito, pero nunca antes en Chile alguien había escuchado de Lagrange, Klass o Monnerie. Bueno, nosotros fuimos precursores en eso. Y estamos, junto a Sergio Sánchez, el co director del boletín, orgullosos de ello.

9.- Pero tengo entendido que participas en otras iniciativas informativas, nos puedes comentar algo más de ellas?

R: Sí. Además de La Nave soy el representante en Chile y miembro del Comité Editorial de Pensar (www.pensar.org), la revista que el CSICOP edita en Latinoamérica. Es una revista que fomenta la ciencia y la razón, y la recomiendo con toda mi fuerza. Los lectores interesados pueden suscribirse a un precio preferencial, y recibirla en sus casas cómodamente. Vale mucho la pena. También soy el editor de Perspectivas (www.perspectivas.com.mx), que junto a Luis Ruiz Noguez y Kentaro Mori sacamos con la esperanza de divulgar el pensamiento científico y desmitificar cuentos como las fotos de alienígenas y otros embustes. Y esto, claro, dejando de lado colaboraciones esporádicas para otras revistas, ensayos para libros, y, además, la labor profesional en un diario de tirada nacional. Si no fuera por este último trabajo, viviría debajo de un puente, jajajá, qué gracioso me he puesto. Las otras cosas uno las hace por amor al arte y quitando tiempo al descanso y el ocio. Esto me recuerda una vez que un ingenuo nos acusó de recibir con La Nave un pago de la CIA. Si así fuera, viviría en una mansión, tendría auto, La Nave saldría en papel cuché y estaría todo el día leyendo, comiendo y viendo tele.

10.- Para ir finalizando esta breve entrevista, quisiera que me dieras tu opinión acerca de las muertes de animales, que afectó a Chile, en el año 2000.

R: Justamente sobre ese tema escribí un largo ensayo que espero vea la luz dentro del año 2006. Para mí, y para cualquiera que lea los diarios y mire de forma objetiva el tema, detrás de las muertes existen múltiples factores, desde perros hambrientos, pumas, visones, muertes por enfermedades, venganzas entre campesinos, etcétera. Todas esas muertes, normales y esperables, fueron reunidas por los ufólogos y creyentes varios, bajo el mito de un ser único, nuevo y misterioso, al que dieron por nombre “chupacabras”. La historia puede ser entretenida y causar miedo, pero mi misión, además de entretener, es decir la verdad. Y la verdad, en estos casos, es que la mayoría de las muertes responde a ataques de otros animales. Lo demás es mentira, engaño, cuento e inventos interesados de sujetos que necesitan figurar como investigadores para justificarse y recibir algún pago en el canal de televisión seudocientífico de turno. La seudociencia es nefasta porque no sólo le roba dinero a la gente, sino que además abusa de la buena fe de personas incautas. Por eso es necesario más y mejor educación. Por eso hay que leer y estar informado. De todas formas, si es que algún lector ha tenido la paciencia de aguantarme hasta acá, le pido que no se crea todos los cuentos, que cuestione, que dude, que siempre busque saber más para que nadie quiera meterles el dedo en la boca. Y que, de paso, visite www.lanavedeloslocos.cl. Si quiere puede escupirnos virtualmente o de forma personal si se da la ocasión, pero no se cierre a la idea de conocer la otra mirada. En una de ésas...

Agradecemos nuevamente el tiempo y la deferencia de Diego Zúñiga para con nosotros. Siempre es necesario nutrirse de opiniones y planteamientos para poder avanzar en cualquier actividad. Y la nuestra requiere de especiales dosis.



Elizabeth Ramírez, 2006.-

2 comments:

Don Maor said...

Tengo que corregir al colega Zuñiga cuando dice que la descripcion inicial de lo que vio Arnold era la de un boomerang.

Lo cierto es que los primeros dibujos que hizo Arnold acerca de lo que vió no corresponden a ningun bumeran (boomerang), de acuerdo a los dibujos que se encuentran en los archivos del FBI y el primer dibujo enviado a la fuerza aerea por el propio Arnold, lo que vio es algo bastante mas similar a un disco de lo que Zuñiga parece creer o parecer querer hacernos creer.

el dibujo puede verse acá-

http://donmaor.blogspot.com/2006/05/ms-sobre-kenneth-arnold-urgueteando-en.html

mentecato said...

Platicaré personalmente con Diego sobre estas materias.

Un abrazo.